Por Ricardo Burgos Orozco
Quien fuera presidente de México de diciembre de 2018 a octubre de 2024, Andrés Manuel López Obrador, reveló en uno de sus discursos una verdad. En aquel tiempo, criticaba la corrupción de sexenios pasados, pero ahora se le está revirtiendo al propio AMLO y a los gobiernos morenistas actuales con los casos de corrupción recientes, aunque traten de hacerse como el Tío Lolo.
López Obrador advirtió en un discurso del 16 de octubre de 2019: ”…las transas más grandes se hacían desde arriba, mientras más elevada la autoridad, más corrupción. Ese era el problema. Nada de que el presidente no sabía, no se enteraba, que lo engañaban. Eso es falso. El presidente de México está informado de todo lo que sucede y las transas grandes que se llevaban a cabo y que se pudiesen realizar…todas esas transas llevan el visto bueno del presidente, aunque no firme, él autoriza, él tolera, él permite…”.
Si hacemos caso a sus propias palabras, López Obrador estaba enterado de las acciones ilegales que cometió el exjefe policíaco de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, como líder del grupo criminal “La Barredora” durante el gobierno de Adán Augusto López Hernández. Y por supuesto, el actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, también sabía de esas actividades ilícitas, pero dice que desconocía todo, que nunca sospechó de su comandante.
Así como el gobierno morenista duda que Felipe Calderón Hinojosa, expresidente del país, no estaba enterado de las complicidades de su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, también sucede en el tema de Bermúdez Requena. En ningún caso se podría decir que el exmandatario panista, AMLO y Adán Augusto López, sean tontos o inocentes.
Durante cuatro años, el exsecretario de Seguridad de Tabasco actuó con total impunidad como líder criminal y fue sólo hasta el año pasado cuando iniciaron las indagatorias por los presuntos nexos delincuenciales de Bermúdez Requena, a partir de reportes periodísticos y datos de investigaciones locales, de acuerdo con declaraciones del propio secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch.
Según la revelación de AMLO, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, también debe estar enterada de cómo actuaba Bermúdez Requena en Tabasco y qué políticos lo protegieron en su momento durante su carrera criminal, pero debe apoyar a López Obrador y a Adán Augusto López hasta las últimas consecuencias, aunque afirme oficialmente que “se actuará hasta las últimas consecuencias”.
La organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad -- tan criticada y atacada por AMLO y por Morena – reveló hace unos días que las casas de apuestas y sorteos vinculadas a Hernán Bermúdez, tuvieron el aval de Adán Augusto López Hernández cuando era notario público en Villahermosa y luego como secretario de Gobernación con López Obrador. Habrá que probarlo, dijeran los morenistas.
Apenas el pasado viernes 25 de julio, el gobierno federal anunció que fueron bloqueadas las cuentas bancarias de Hernán Bermúdez, después que el líder de “La Barredora” tuvo muchos meses para vaciarlas o transferirlas.
Va a ser poco menos que imposible saber la verdad en este truculento caso porque, como dijo López Obrador, “todas esas transas llevan el visto bueno del presidente (y de Adán Augusto López en su momento), aunque no firme, él autoriza, él tolera, él permite…”.
Autoridades y presuntos cómplices se siguen haciendo como el Tío Lolo con toda la impunidad del mundo mientras Hernán Bermúdez seguro está disfrutando en algún lugar paradisiaco.
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