Un error infantil y la simulación al estilo 4T

EN LA MIRA 



Por Aldo Romero 

Dicen en la política que, para un personaje de la talla de Homero Meneses Hernández, fundador y miembro activo de la denominada Cuarta Transformación, fue un error infantil dejarse exhibir de esa manera.

Anunciar su ruta política para competir por la gubernatura y, de paso, embarrar a la gobernadora confirmando que tiene toda la nariz metida en el juego de la sucesión fue un error garrafal que demuestra falta de cálculo político y nos reafirma que en Morena los principios no existen.

Pero, pese a ser exhibido, todo seguirá igual y sin sanciones contra el autoproclamado hijo del pueblo. Homero seguirá al frente de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), tejiendo su campaña mediática y usando el aparato administrativo para tal fin. Los órganos electorales no procederán a mayores escalas, y el gobierno de Cuéllar mantendrá su silencio haciendo como si nada pasara. Ella, con todo descaro e impunidad, seguirá midiendo internamente a sus corcholatas para ver quién es leal y quién sería capaz de darle continuidad al lorenismo para cuidarla una vez que deje el cargo.

Lo cierto es que el líder de la organización sectaria denominada Humanismo Mexicano ha sido otra víctima del fuego amigo que existe al interior de Morena. Diversos correos electrónicos y audios filtrados dan cuenta de ello; los objetivos de esos ataques son nada más y nada menos, liderazgos cuatroteístas. Más de uno tendrá que cuidar su espalda o medir lo que declara en sus reuniones de grupo o “privadas”, porque el juego por la sucesión está “candente”, como dice el suspirante capitalino, y los ataques internos seguirán escalando.

Simulación alfonsista

Y hablando de Alfonso Sánchez García, en días recientes el edil fue exhibido por colectivos animalistas y rescatistas por atentar contra la Ley de Bienestar Animal para el Estado de Tlaxcala.

Las capturas de perros en situación de calle provocaron un estallido que afectó a su imagen, pero en el intento de controlar el fuego, terminó por expandirlo.

Es cierto: algunos de esos perros habían sido evidenciados por presentar reacciones agresivas en pleno centro de la capital, pero ¿por qué transgredir lo que establece la Constitución?

¿Se podían capturar a esos canes agresivos? Sí, la ley lo establece, pero no indica que se haga de forma violenta y atentando contra la integridad de los perros. Hay videos que demuestran que el personal del ayuntamiento realizó las capturas con total violencia.

Más polémica fue la forma en que la administración alfonsista manejó la crisis. Nunca dieron pruebas de que los 15 canes capturados en verdad se encontraban en condiciones dignas una vez que fueron trasladados al Módulo Antirrábico.

Cuando su ayuntamiento estaba contra las cuerdas por el tema, salieron a decir que, en un tiempo récord, los animales ya habían sido adoptados conforme a lo que establece la ley; una vil mentira, pues nos comentan que han sido protectores quienes han logrado la liberación de los lomitos. Pura simulación y cinismo de Alfonso Sánchez.

Pero ahí no para la cosa. Para aquellos que no estaban enterados y se tragan lo anunciado en sus boletines, el morenista suspirante a gobernador, que asegura adorar a los animales, simuló una reunión con “colectivos animalistas”; solo que los integrantes de dichos colectivos resultaron ser administrativos de la omisa e inservible Coordinación de Bienestar Animal (CBA), la cual aún sigue bajo la dirección de Stefany Pérez Bustamante, personaje leal a la dupla Alfonso–Marcela.

Así es: Alfonso utilizó a sus paleros para presumir una narrativa pro bienestar animal y tratar de enmendar sus errores.

La UPET como plataforma política 

Se agradece y se aplaude el reconocimiento que la Unión de Periodistas del Estado de Tlaxcala (UPET) les da a los compañeros que destacan por su actividad periodística, pero ¿por qué depender de la gestión de recursos ante los poderes del Estado para una celebración? Y peor aún, ¿por qué convertir un evento para periodistas en una gala de políticos y desfile de corcholatas?

Porque en eso se convirtió la reciente edición de la entrega del Premio Estatal de Periodismo: un desfile aberrante de políticos y personajes impresentables que no tenían por qué estar. Eso sin mencionar la grosera necesidad del dirigente de la UPET por invitar a sus gallos para la gubernatura; me refiero a la titular de la Secretaría de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, y al titular de la Secretaría de Finanzas del Estado de México, Óscar Flores Jiménez.

Caray, hay que entender que no es necesaria tanta pomposidad, sabemos que es el primer año de gestión del dirigente, pero lo del viernes, más s que una celebración y convivencia de colegas, se sintió como un evento más de la agenda gubernamental.


Las opiniones escritas por columnistas son independientes y no reflejan necesariamente la postura editorial de Entre Líneas Tlaxcala.





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