Fiscalía superada y Alfonso el improvisado

Por Aldo Romero

Han pasado 3 años desde que en Tlaxcala se tipificó el delito de maltrato animal con penas de hasta 3 años de prisión y multas económicas que alcanzan los 200 mil pesos; sin embargo, pareciera que la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) no termina de dimensionar sus facultades para la atención de este flagelo.

Si bien es cierto que en Tlaxcala no está arraigada una cultura de la denuncia para los delitos del fuero común, menos lo está para denunciar casos de maltrato y crueldad animal, y es ahí donde entra la responsabilidad de la FGJE para informar.

Porque, hay que reconocerlo, la institución autónoma a cargo de la fiscal Ernestina Carro Roldán fue tardía en emprender una campaña de información sobre la tipificación del delito de maltrato animal.

Recientemente, en los canales oficiales de la FGJE se observó una muy discreta campaña de información sobre el referido delito y los números de contacto para denunciarlo.

Ahora bien, no sabemos si la FGJE está tratando de evadir una responsabilidad o no cuenta con la capacidad presupuestal ni con los recursos humanos para la atención de las denuncias y las subsecuentes investigaciones.

Desde que se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado la tipificación del delito de maltrato animal, no se ha tenido información clara sobre el número de denuncias que se han presentado hasta este día, el número de carpetas de investigación, cuántos casos ya han sido judicializados, el número de personas puestas a disposición y vinculaciones a proceso.

Asimismo, no se sabe con claridad si la FGJE de Carro Roldán cuenta ya con médicos veterinarios zootecnistas especializados en medicina forense para realizar los respectivos peritajes o, en su caso, convenios con otras instituciones especializadas en el tema.

Aún peor, no se sabe cuál es la cantidad de recursos que se destinan del presupuesto anual de la FGJE para capacitación, actualizaciones, insumos y demás recursos materiales y humanos para la atención del referido delito.

De los más de 538 millones que recibirá la Fiscalía en 2026, sería bueno preguntarnos: ¿cuánto se destinará para la atención de denuncias y las respectivas investigaciones sobre el delito de maltrato animal?

Es un hecho que la Fiscalía de Carro Roldán se encuentra superada, y todo el aparataje que conlleva la atención de denuncias por maltrato animal no es tomado con la seriedad que se requiere.

Para dimensionar, pongamos atención a la PROPAET que, entre otros temas, tiene como facultad atender reportes sobre maltrato animal. Dicha dependencia estatal cuenta solo con seis inspectores, que son las personas encargadas de investigar y corroborar la existencia de una acción que atente contra la vida de algún animal. Solo seis inspectores para atender más de 20 denuncias que reciben al día. Ahora imaginemos cómo estará la FGJE.

Respondió con torpeza y desesperación
Nos han comentado personas cercanas al lorenismo y a la estructura de Alfonso Sánchez García que la ruta para posicionar al alcalde capitalino como aspirante fuerte a la candidatura parece “muy improvisada”.

En mi columna de la semana pasada dejé una pregunta en el aire para esperar la forma en la que el lorenismo reaccionaría ante la gira de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera con motivo de su informe de actividades legislativas, y la respuesta llegó en forma de imágenes de perfil con la frase “Soy _______ y jalo con Alfonso”.

La activación de dicha campaña digital no pasó desapercibida y fue vista como una acción desesperada del lorenismo y del pésimo equipo de asesores de Sánchez García ante el avance imparable de la senadora.

La realidad es que Alfonso se encuentra en una posición que lo limita; no lo ayuda a sobresalir, todo lo contrario: lo hunde y solo lo hace destacar como uno de los peores alcaldes del país, según Mitofsky y Arias Consultores.

En fin, con esa constante de torpezas e improvisaciones es como se desarrollará la campaña de posicionamiento de Alfonso hasta el día de la definición… al tiempo.

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