Por Aldo Romero
¿Qué tanto sabe la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, que alertó sobre un intento de réplica en Tlaxcala de la polémica “Ley Esposa”, recientemente aprobada en San Luis Potosí?
Las declaraciones de la líder del partido guinda no deben pasar desapercibidas, ni mucho menos tomarse en forma de broma, pues su advertencia revela que está más atenta de lo que realmente ocurre en Tlaxcala de lo que podríamos imaginar.
Porque seamos serios: ¿de dónde más podría venir un intento de modificar la ley para imponer una alternancia de género para la renovación del Poder Ejecutivo en Tlaxcala? ¿De la oposición? Lo dudo.
La polémica “Ley Esposa”, aprobada por el Congreso de San Luis Potosí, tiene como único objetivo establecer lineamientos que garanticen la “paridad” en las candidaturas; específicamente, en la candidatura a la gubernatura, con la excusa de que, desde la fundación del Estado referido, el gobierno no ha sido encabezado por una mujer.
La referida ley, claro, solo tiene el propósito de beneficiar a quienes hoy ostentan el poder en San Luis Potosí, a fin de que la senadora del Verde, Ruth González, esposa del gobernador Ricardo Gallardo, sea la candidata y, por consecuencia, posible gobernadora.
Tal acción despertó una postura crítica de Morena, claro, por intereses, pero que al final es legítima, pues además de excederse en el principio de paridad, se vulneran derechos electorales, fomentando el nepotismo y acciones convenencieras desde la Constitución.
San Luis Potosí no es el único estado donde se buscan imponer géneros a conveniencia del poder, pues Nuevo León e Hidalgo ya se perfilan para discutir reformas similares en sus congresos; pero la presidenta de Morena alertó sobre otros estados con intentos similares, siendo Tlaxcala uno de ellos.
Las palabras de Alcalde Luján, claro, llevan la indirecta hacia quienes hoy gobiernan Tlaxcala, pues más allá de querer imponer a una esposa o a un esposo en el poder, se quiere buscar, en un intento desesperado, imponer una alternancia de género, con el objetivo de favorecer a nada más y a nada menos que al alcalde capitalino, Alfonso Sánchez García, y cerrarle la posibilidad a la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien es, hoy por hoy, el perfil más competitivo que tiene Morena a nivel nacional.
La postura de la dirigencia morenista acabaría con ese argumento lorenista, pues la acción de inconstitucionalidad que plantean promover para tirar y evitar la “Ley Esposa” busca acabar con la implementación, “a contentillo”, de establecer géneros específicos en las candidaturas a las diferentes gubernaturas, además de evitar que se afecten las aspiraciones legítimas de mujeres realmente competitivas.
Es por eso que lo dicho por la líder morenista no solo busca criticar y cuestionar los intentos de otras fuerzas políticas para favorecer a familiares y afines, sino que también pretende prevenir que sus gobiernos caigan en la tentación de replicar prácticas contrarias a los ideales que defienden.
Con eso nos queda claro que Morena no avalará intentos de intervencionismo para favorecer candidaturas desde los gobiernos estatales, con complicidad de los congresos, ya sean de oposición o de la Cuarta Transformación, y que, por lo visto, defenderá y priorizará a sus cuadros competitivos, aun cuando estos sean mujeres, sin importar que el gobierno en turno ya esté encabezado por una mujer.
Las opiniones escritas por columnistas son independientes y no reflejan necesariamente la postura editorial de Entre Líneas Tlaxcala.
