Por Cristian Flores
La Ciudad de la Cultura y el Entretenimiento, anunciada en febrero de 2025 como una “obra insignia” del gobierno estatal, terminó convirtiéndose en un problema político entre Yauhquemehcan y Amaxac. Lo que debería ser un proyecto para eventos culturales y artísticos, solo fue el inicio de una pelea territorial que exhibe la ambición, la improvisación y la falta de oficio político del alcalde de Amaxac, Mauricio Pozos Castañón.
Un día antes al cuarto informe de gobierno de Lorena Cuéllar, aparecieron lonas en la carretera defendiendo el territorio de Yauhmehcan y acusando un intento de apropiación.
Dentro del propio ayuntamiento de Amaxac señalan que Pozos Castañón, acusó al alcalde de Yauhquemehcan, David Vega Terrazas, de “incitar” a los pobladores a manifestarse; y para quedar bien, Mauricio ordenó colocar lonas con un mensaje de bienvenida a la gobernadora.
Mientras Yauhquemehcan ha sostenido mesas de diálogo con juristas y pobladores para atender el tema de límites territoriales, la Comisión de Asuntos Municipales —presidida por la diputada Sandra Aguilar, conocida más por ser guarda espaldas del secretario de seguridad del estado, que por su trabajo legislativo— ni siquiera se ha tomado el tema en serio. Aguilar, lejos de encabezar los trabajos, manda a su secretaria técnica para atender el asunto. Y Pozos Castañón, que en redes sociales se llena la boca hablando de “unidad y diálogo”, no asiste a las mesas de la comisión.
Lo cierto es que el gobierno del estado tiene responsabilidad en este conflicto por no aclarar desde un inicio el lugar exacto donde se construye el complejo cultural. Y al ver inicio de las inconformidades, se aventuró a anunciar públicamente que la obra se realizaba en Yauhquemehcan, pero al mismo tiempo colocó como sede del cuarto informe una dirección ubicada en el municipio de Amaxac. Esa contradicción exacerbó aún más la molestia de los habitantes de Atlihuetzian, quienes interpretaron la acción como una provocación y una falta de respeto a su identidad territorial.
Pero ¿a quién le fue expropiado el predio donde se construye la Ciudad de la Cultura y el Entretenimiento: a particulares o a alguno de los municipios? ¿Y cuál fue el procedimiento que realmente se ejecutó para dicha expropiación? Fuentes consultadas señalan la existencia de un decreto de 1980 que establece que el territorio donde hoy se levanta la obra pertenece a Yauhquemehcan. Ese mismo predio, además, habría sido propiedad del entonces alcalde Felipe Morales Morales. Si esto es cierto, el origen del conflicto no radica en una disputa vecinal entre municipios, sino en la falta de claridad y transparencia del propio Ejecutivo estatal.
Si no se atiende con seriedad, ambos municipios podrían revivir disputas territoriales tan graves como la ocurrida hace 30 años por la unidad deportiva ubicada frente a la Ciudad de la Cultura, inaugurada por el entonces gobernador José Antonio Cruz Álvarez Lima; sin embargo, hoy hay quienes lucran políticamente con un conflicto que ni entienden ni intentan resolver.
Nos vemos la próxima
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