Muy buen día a todas y todos los presentes en esta Audiencia Pública sobre la Reforma Electoral en Tlaxcala. Soy el Licenciado Ángelo Gutiérrez Hernández, presidente estatal del Partido Acción Nacional, y agradezco a la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral la invitación para participar en esta mesa dedicada al tema de Libertades Políticas.
Hoy estamos reunidos en un momento decisivo para nuestro país. La iniciativa de Reforma Electoral 2025–2027 no es un simple ajuste técnico: es un debate profundo sobre el modelo de democracia que queremos preservar. Por ello, acudo con convicción a defender las libertades políticas como el pilar que sostiene a nuestro sistema democrático. Libertad de expresión, de asociación, de reunión y de participación electoral: estas no son prerrogativas menores; son conquistas históricas que permitieron a México dejar atrás el autoritarismo y construir una democracia plural, participativa y abierta.
Desde Tlaxcala —un estado con una tradición firme de participación ciudadana, equidad y defensa de derechos— reafirmo que el PAN rechaza toda reforma que, bajo el argumento de la modernización, pretenda disminuir o condicionar estas libertades esenciales. Acción Nacional ha sido protagonista de los avances democráticos más importantes del país: la reforma de derechos humanos de 2011, la paridad de género en 2013, y la consolidación de un sistema electoral ciudadano e independiente. No venimos a cerrar puertas al diálogo, sino a exigir un proceso transparente, incluyente y respetuoso de la pluralidad política.
Las libertades políticas están protegidas por la Constitución y son la base de tres principios fundamentales: el voto libre, la igualdad del sufragio y la participación sin discriminación. La ley electoral establece reglas claras para prevenir violencia política, garantizar equidad y asegurar que la competencia entre partidos sea justa. Sin estas libertades, el ciudadano deja de ser protagonista y se convierte en espectador de decisiones tomadas desde el poder.
México es un ejemplo de cómo la libertad transforma instituciones. Pasamos de un sistema hegemónico a una democracia competitiva con alternancias históricas en 2000, 2006, 2012 y 2018. Estas transiciones fueron posibles porque los partidos y la ciudadanía confiaron en árbitros autónomos, en reglas claras y en libertades garantizadas. En Tlaxcala, la libertad de asociación ha permitido la construcción de coaliciones, la participación de nuevas generaciones y la representación de comunidades indígenas y rurales que antes no tenían voz.
El sistema electoral mixto —mayoría relativa y representación proporcional— ha demostrado ser un equilibrio que protege la pluralidad. Permite votar por personas, ideas y proyectos; da lugar a minorías, evita mayorías artificiales y garantiza que, sin importar su tamaño, cada fuerza política tenga un espacio en la deliberación pública. Gracias a este sistema, México ha mantenido estabilidad democrática aun en contextos de polarización.
Sin embargo, la reforma propuesta por el gobierno federal representa un grave retroceso. Diversos especialistas, así como líderes de Acción Nacional, han advertido que se trata de una iniciativa que busca concentrar poder, reducir contrapesos y debilitar la autonomía del INE y de los organismos locales. Una reforma diseñada sin escuchar a la oposición, sin atender a los expertos y sin considerar la diversidad territorial de estados como Tlaxcala, no puede llamarse democrática. Es una reforma que amenaza la libertad de asociación, que pone en riesgo el voto libre y que margina a quienes no comparten la visión oficialista.
La centralización del control electoral —como lo propone el anteproyecto— pondría en duda décadas de avances en paridad, participación juvenil, inclusión indígena y combate a la violencia política de género. No podemos permitir que se debiliten conquistas que han costado años de lucha, especialmente para las mujeres, los jóvenes y las comunidades históricamente marginadas.
Por ello, desde el PAN proponemos fortalecer —no debilitar— nuestras libertades políticas. Planteamos tres ejes:
1. Reforzar la autonomía del INE con mayores capacidades de fiscalización y profesionalización.
2. Expandir mecanismos de participación ciudadana, incluyendo herramientas digitales seguras, sin sustituir el indispensable papel de los partidos políticos como mediadores entre sociedad y gobierno.
3. Profundizar la inclusión, garantizando la participación efectiva de mujeres, jóvenes, indígenas y personas con discapacidad en todos los niveles de representación.
Se ha intentado instalar la narrativa de que el sistema actual es elitista o ineficiente. Pero la realidad es clara: tenemos un sistema plural, equilibrado y con reglas que limitan la sobrerrepresentación, protegen derechos y aseguran competencia justa. Cualquier reforma debe escuchar a todas las voces, no solo a quienes hoy detentan el poder.
Compañeras y compañeros: las libertades políticas son el alma de nuestra Constitución y la defensa más eficaz contra cualquier intento autoritario. El PAN no acompañará ninguna reforma que ponga en duda estas libertades, que fragmente nuestra estabilidad política o que concentre poder en un solo actor.
Tlaxcala y México merecen una democracia fuerte, abierta y plural. Sigamos defendiendo lo que tantos años costó construir.
