EN LA MIRA
Por Aldo Romero
El programa Jóvenes Construyendo el Futuro nació de la visión humanista y progresista del presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de ponerle fin al discurso neoliberal que catalogaba a los jóvenes como “ninis”.
He sido testigo de cómo este programa ha catapultado a esos jóvenes beneficiarios, los empodera y los ha convertido en buenos profesionistas.
Lamentablemente la ambición y la sed de poder es capaz de acabar con el objetivo supremo y noble de dicho programa Constitucional.
El uso desmedido de estos jóvenes beneficiarios como carne de cañón partidista asoma en el horizonte.
Becarios han advertido sobre las indicaciones que reciben para apoyar en logísticas partidistas de la 4T en Tlaxcala.
Condicionados y obligados, estos jóvenes tienen que soportar indicaciones que no corresponden a una capacitación profesional que les permita desempeñarse en un oficio a futuro.
Aún cuando la normativa específica que los beneficiarios de este programa tienen el beneficio de descansar los fines de semana, eso poco le importa al engranaje partidista, que abusa de la nobleza de ese programa federal para cumplir con caprichos partidistas.
Pero ¿quiénes son los tutores? ¿A dónde están adscritos dichos jóvenes? Preguntemos a los gobiernos municipales a fines a Morena, posiblemente ellos podrán responder a esa pregunta.
También se habla sobre el uso de vehículos oficiales, personal administrativo y recursos materiales para sacar adelante asambleas políticas cuatroteistas, que, de no ser por la movilización de los alcaldes y diputados, estarían vacías.
Dichas acciones son solo una “pequeña” probadita de lo que es capaz de hacer, por ambición, quien busca encabezar el “Plan B” rumbo al 27.
HM sin humanismo
Quién lo diría, aquel que presume ser el más fiel promotor del Humanismo Mexicano dentro del gabinete de Lorena Cuéllar Cisneros, es el que no cumple con emprender acciones para garantizar el bienestar de todos.
Dentro de la visión humanista que rigió el último tramo de su gobierno, López Obrador incluyó a la protección de los animales como prioridad para reforzar los valores de la sociedad, consciente de que la violencia social que hoy padece México, muchas veces inicia con una agresión a un animal de compañía.
En Tlaxcala, la reforma a la Ley de Bienestar Animal dio a la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) la responsabilidad máxima de incluir estrategias educativas para concientizar y promover el bienestar animal en los niveles prescolar y preparatoria.
Sin duda una normativa humanista y progresista para la educación de Tlaxcala; sin embargo, el fanático de Lucio Cabañas y quien se da golpes de pecho de ser un izquierdista de pura sangre, no logró o no ha querido cumplir con lo que establece la ley.
La dependencia que encabeza Homero Meneses Hernández, “máximo” promotor del Humanismo Mexicano, apenas ha logrado el 4.62 por ciento de avance respecto a la promoción del conocimiento, la cultura y la realización de prácticas que garanticen el bienestar de los animales en estudiantes de preescolar y preparatoria. Una omisión bastante preocupante.
Ahora nos informan que se estaría promoviendo que en la reforma constitucional de Protección Animal se le quite esa responsabilidad a la SEPE. ¿Quién está solicitando tan aberrante propuesta? ¿Será el mismo señor HM quien, al ver su fracaso y la responsabilidad que tiene sobre la educación en pro del bienestar animal, pretenda sacudirse culpas.
Ahora sabemos que el señor no tiene nada de humanista.
Acordeones ¿Delito que debe perseguirse?
Los acordeones del bienestar inundan las dependencias del gobierno estatal y de los municipios, el plan para concretar un Poder Judicial lorenista depende de que los burócratas acaten la indicación o despierten su espíritu democrático para hacer una verdadera elección, consiente e informada, libre de coacción.
¿Frenará el INE o el ITE esta práctica? CLARO QUE NO. Tras concluir un chacaleo con los medios de comunicación, le pedí al vocal ejecutivo de la Junta Local del INE, Jesús Lule Ortega, su más humilde opinión sobre el uso de estos polémicos instrumentos.
Su respuesta fue contundente, los acordeones no están normados, por ende, los funcionarios de casilla no pueden impedir que los ciudadanos saquen su papelito para conocer los colores de las boletas y los nombres por los que deberán votar.
Como funcionario electoral, Lule deposita su confianza en la voluntad popular y la elección libre y secreta. Él me comentó que espera que esos acordeones sean diseñados a iniciativa y voluntad del elector, con la intención genuina de apoyarse para recordar los nombres de los cargos por los que votará, y no que dichos acordeones sean una condición o imposición de un actor político o institución gubernamental.
En ese sentido, el experimentado funcionario electoral pide a la ciudadanía denunciar ante la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales (FISEL) la coacción del voto por parte de un actor político o funcionario público.
Toca estar a la espera y comprobar si las y los tlaxcaltecas cuentan con la suficiente madurez democrática para participar en este proceso inédito y salir a votar este 01 de junio.
Pronto sabremos si la tan peleada Reforma Electoral valió la pena.