Por Aldo Romero
El estudio sobre las “Tendencias Ruta 2027”, realizado por QM Estudios de Opinión en conjunto con El Heraldo Media Group, refuerza la percepción del panorama electoral que ya se vive en Tlaxcala sobre la sucesión gubernamental y nos confirma que el lorenismo no lleva mano en el proceso interno de Morena.
La referida encuesta no es cosa menor, tomando en cuenta que en múltiples ocasiones ha sido referencia de la cúpula morenista para presumir sus niveles de aceptación, tanto presidenciales como en la intención del voto. De ahí que se reduzca el hecho de decir que es una encuesta malintencionada o comprada.
Lo que llama la atención son los careos internos que presentó el estudio, y más aún porque en el careo interno de Morena están todas las corcholatas de Lorena Cuéllar Cisneros, los mismos que en octubre la mandataria evaluó en una encuesta interna.
Los seis lorenistas incluidos en el careo de El Heraldo resultaron con porcentajes que solo exhiben el repudio que la gente siente al proyecto político del que son afines: el lorenismo.
No solo eso, la encuesta da un duro golpe de realidad al confirmar que Ana Lilia Rivera Rivera es la favorita en Morena. Lo anterior permite visualizar el panorama complejo para el lorenismo.
El 30 por ciento de la senadora sobre el 8 por ciento de Alfonso en el careo interno aplasta cualquier deseo de continuidad… quizá esa sea la razón por la que los recientes mensajes y publicaciones de la gobernadora Cuéllar suenen más a despedida que a júbilo.
De aquí a marzo, mes en el que se prevé la definición de quién abanderará la causa cuatroteísta en Tlaxcala, es muy complicado que las tendencias cambien, y ante el panorama desolador para el lorenismo es muy probable que algunos busquen otras opciones o, en su caso, cierren filas con la puntera y esperen al reparto del pastel, porque es un hecho que habrá rebanadas generosas… al tiempo.
Llamado urgente
Y con lo ocurrido el pasado miércoles, esperemos que la Fiscalía de Ernestina Carro Roldán ahora sí tome con seriedad sus facultades constitucionales para la atención de delitos relacionados con la crueldad animal.
Asimismo, en el Congreso deben dejar de morderse la lengua con llamados a misa y ponerse a actuar con las iniciativas constitucionales que tienen pendientes, a fin de hacer más efectivo el trabajo institucional para erradicar, de una vez por todas, este flagelo.
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