Zapatero a tu zapato



Por Ricardo Burgos Orozco

Desde los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional la opinión pública ha criticado la designación de funcionarios al antojo o capricho del presidente en turno por amistad, por cercanía, contubernio o favores a pagar. Es así que un José López Portillo y Pacheco fue alguna vez secretario de Hacienda y director de la Comisión Federal de Electricidad; José Antonio González Fernández, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, y Felipe Calderón Hinojosa, secretario de Energía, por dar algunos ejemplos de políticos sin experiencia en sus cargos.

Desde 2018 con las administraciones del Movimiento de Regeneración Nacional o Morena no ha sido la excepción. Ahí está Alfonso Durazo Moreno, que fue secretario de Seguridad – sin experiencia alguna – con Andrés Manuel López Obrador, y ahora es gobernador de Sonora. En la actualidad sucede con Mario Delgado Carrillo, actual secretario de Educación Pública, con mínimos conocimientos del cargo.

Pero las designaciones son graves o presentan mayor responsabilidad cuando se trata de la asignación de cargos técnicos o especializados como sucedió en el sexenio de Enrique Peña Nieto con Jorge Gaviño Ambriz, titular del Metro de la Ciudad de México de 2015 a 2018, con una administración desastrosa y cero conocimientos en ese importante sistema de transporte; con él se acumularon las anomalías y los problemas que afectaron a millones de viajeros diarios. La transformación de priista a morenista ha salvado a Gaviño Ambriz de acusaciones por responsabilidad administrativa o tal vez de otras de tipo penal.

Apenas hace unos días la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, nombró a un improvisado en el Sistema de Transporte Colectivo: Adrián Ruvalcaba Suárez; dicen que por recomendación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para pagarle favores durante la campaña política del año pasado en la que actuó como esquirol para defender la causa de Morena.

Adrián Ruvalcaba es un chapulín de la política, salta adonde le conviene, es abogado, pertenecía al Partido Verde Ecologista de México y bajo esas siglas fue electo alcalde de Cuajimalpa. Después se cambió al PRI, pero en 2023 hizo un berrinche cuando Santiago Taboada fue designado candidato a jefe de gobierno de la Ciudad de México por la coalición PRI – PAN – PRD, y al año siguiente se hizo morenista.

Desde hace meses su designación estaba cantada, pero tal vez los problemas crecientes, la falta de presupuesto y los conflictos técnicos en el Metro, retrasaron ese nombramiento. Sin embargo, es tan visible la falta de conocimiento de Ruvalcaba que van a dejar al anterior director, Guillermo Calderón, para que continúe como asesor de movilidad y concluirá el proyecto de renovación de la Línea 1, que va de Pantitlán a Observatorio, que ha tenido múltiples retrasos para su operación normal. Le van a pagar a dos directores en lugar de uno.

El político ahora morenista no ha sido bien recibido por trabajadores y técnicos del Metro. Varios de ellos me han dicho que alguien que viene de fuera con cero conocimientos del sistema tarda mucho en aprender o nunca lo hace. Ya lo han vivido con otros directores neófitos y este servicio suma diario problemas muy difíciles de resolver. El recibimiento no pudo ser peor porque al día siguiente de su designación colapsó la Línea B por varias horas con millones de personas afectadas.

Por el bien del Sistema de Transporte Colectivo Metro y de sus millones de usuarios, le deseamos una buena gestión a Adrián Ruvalcaba; que no suceda nada grave como el accidente del 3 de mayo de 2021 en la Línea 12 en el que murieron 26 personas y otras 100 resultaron heridas.

Está bien que la Cuarta Transformación pague favores a sus aliados, pero no le den tareas técnicas a personas que saben sólo de grilla y manejos políticos. Zapatero a tu zapato.


Las opiniones escritas por columnistas son independientes y no reflejan necesariamente la postura editorial de Entre Líneas Tlaxcala.

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