| México ha demostrado que legislar en favor de la alimentación no es un acto declarativo, sino un ejercicio de voluntad transformadora
Instituciones y organizaciones internacionales reconocieron el trabajo de la Senadora Ana Lilia Rivera Rivera rumbo al Foro Alimentario que se realizará en octubre en la Ciudad de México.
Este martes la legisladora tlaxcalteca, fue elegida formalmente como la coordinadora general del Primer Foro Parlamentario Iberoamericano y Caribeño por la Seguridad Alimentaria, como un reconocimiento a su intenso trabajo como Coordinadora del Frente Parlamentario contra el Hambre, Capítulo México, al proponer e impulsar leyes de vanguardia fundamentales en materia de sana alimentación, tales como la Ley de Fomento y Protección al Maíz Nativo y la Ley General de Alimentación Adecuada y sostenible, así como el etiquetado frontal de alimentos y la regulación de alimentos en entornos escolares, que se convirtió en un programa federal impulsado por el Gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
México fue declarado sede de este Primer Foro Parlamentario que se realizará en octubre próximo en la Ciudad de México, en el que se presentarán los avances regionales de lucha contra el hambre en América Latina y el caribe, además de que se promoverán los marcos legales que prioricen una alimentación adecuada y sostenible con enfoque de género y basada en derechos.
Reunidos en la antigua sede del Senado de la República, la Casona de Xicoténcatl, parlamentarios de Bolivia y España, integrantes del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, así como representaciones de FAO Mesoamérica, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Comisión Coordinadora Ejecutiva del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe (FPH-ALC), reconocieron en la Senadora tlaxcalteca una luchadora tenaz a favor del derecho a la alimentación adecuada, y un referente importante y crucial en la lucha legislativa para erradicar el hambre y la malnutrición.
Al agradecer la distinción, Ana Lilia Rivera destacó el encuentro de este martes como una sesión estratégica para dar continuidad al proceso de diálogo y cooperación iniciado en mayo pasado en Madrid y Salamanca, que tiene como objetivo consolidar una Alianza Parlamentaria birregional capaz de responder, con visión legislativa y compromiso ético, a los desafíos alimentarios que enfrentan las regiones de Iberoamérica y el Caribe.
En ese sentido, destacó diversos avances concretados en los últimos meses, como la presentación de un Primer Foro realizado en España con la participación de parlamentarios de alto nivel, para avanzar en la construcción de una Alianza Parlamentaria con objetivos y resultados concretos; así como la instalación de la Comisión Coordinadora Ejecutiva del Frente Parlamentario contra el Hambre, que ya revisa el borrador del Pacto Parlamentario por la Seguridad Alimentaria, y otros documentos fundamentales que se esperan adoptar durante el Foro de octubre en la Ciudad de México.
También resaltó el fortalecimiento de la articulación institucional con la FAO y sus oficinas nacionales, para asegurar el acompañamiento técnico, la coordinación logística y el respaldo político a las delegaciones parlamentarias que participarán en octubre.
“Avanzamos en el diseño gráfico e identitario del Foro, inspirado en el Metepantle de Tlaxcala, un sistema agroalimentario ancestral reconocido como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la FAO. Este sistema de origen mesoamericano representa una visión integral de la alimentación como vínculo entre la tierra, el agua, el maíz y las comunidades campesinas. Al adoptar este símbolo para el Foro, reafirmamos que la soberanía alimentaria se construye desde lo local, desde la diversidad biocultural y desde las comunidades”, subrayó.
Rivera Rivera aseguró que México está listo para recibir el Foro en octubre, como un espacio político de alto nivel en el que se compartirán experiencias y se asumirán compromisos legislativos vinculantes con relación al derecho humano a la alimentación.
Es que, subrayó, México ha demostrado que legislar en favor de la alimentación no es un acto declarativo, sino un ejercicio de voluntad transformadora.
“La Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, publicada en 2024, es una de las normas más completas del continente en esta materia. Reconoce el derecho humano a una alimentación suficiente, saludable, culturalmente pertinente y producida de manera sostenible. Crea un sistema de gobernanza intersectorial e intergubernamental, y obliga al Estado a garantizar la disponibilidad, accesibilidad y aceptabilidad de los alimentos”, precisó.
Asimismo, destacó la Ley Federal de Fomento y Protección del Maíz Nativo, que consagra el maíz como patrimonio alimentario, biocultural y civilizatorio de México, y prohíbe las semillas transgénicas que atentan contra su diversidad genética.
“Esta ley fue el antecedente directo que dio sustento al posterior reconocimiento constitucional del maíz nativo como elemento central del derecho a la alimentación en México, una reforma impulsada bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que revaloriza nuestras semillas originarias como base de soberanía alimentaria, identidad cultural y justicia social”, dijo.
En ese contexto, Ana Lilia Rivera apuntó que el objetivo del Foro a realizarse en México será un punto de inflexión para que parlamentos de todos los países se comprometan con una agenda común, reflejada en el Pacto Parlamentario “Alimentación Primero”, que actualmente se encuentra en fase de revisión.
“Este pacto contendrá líneas de acción específicas orientadas a fortalecer los marcos jurídicos y presupuestarios en la materia; supervisar la implementación de las políticas alimentarias; articular al poder legislativo con la sociedad civil; y proyectar la voz parlamentaria en los foros multilaterales, precisó la Senadora.
Por todo ello, confió en que el Foro de octubre consolidará los cimientos de un camino común hacia una alianza parlamentaria con voz propia, con legitimidad social y con impacto global.